El gigante del comercio 'online' ha estado probando el sistema con sus empleados desde 2016. Los problemas técnicos obligaron a posponer la inauguración, prevista para los primeros meses de 2017.
El gigante del comercio digital Amazon
abrió al público el lunes, 21 de enero, Amazon Go, el supermercado sin líneas de caja cuyo debut anunció para principios de 2017 pero tuvo que retrasar por supuestos problemas técnicos.
El establecimiento, situado a pie de calle en la sede de Amazon en Seattle, en el estado de Washington,
ha estado disponible en pruebas para sus empleados desde diciembre de 2016, cuando la firma reveló sus planes de expansión en el sector alimentario y el desarrollo de otros formatos de tienda.
Amazon Go ocupa una superficie inferior a 170 metros cuadrados y
dispone de comidas preparadas para el desayuno, la comida o la cena; una selección de ensaladas, sándwiches y refrescos; vinos y cervezas, y algunos productos frescos, como carne.
Según el vídeo donde indica su fecha de apertura,
los clientes pueden entrar utilizando una aplicación móvil como llave de acceso y ver el cargo de la factura de su compra nada más salir, sin pasar por los habituales cajeros.
La tecnología que hace posible el funcionamiento de la tienda
es parecida a la que utilizan los coches sin conductor y pasa por la visión computerizada, los sensores y el "aprendizaje profundo", explica la compañía.
Los empleados, "conejillos de indias" para Amazon Go
El vicepresidente de tecnología de Amazon Go, Dilip Kumar, dijo a The Wall Street Journal la semana pasada que
los empleados han "entrenado" esa tecnología para que funcione, "un experimento que pertenece al amplio esfuerzo de la compañía para reinventar cómo compran los consumidores".
Precisamente fueron
los problemas técnicos con la tecnología que cobra automáticamente a los clientes al salir del establecimiento, que Amazon llama Just Walk Out, los que obligaron a la firma a aplazar la apertura, según publicó el diario en marzo de 2017.
Los problemas con el cobro obligaron a aplazar la apertura.
Las cámaras, sensores y algoritmos que siguen a los compradores y rastrean los productos
fallaban cuando había mucha gente o se movían rápido, explicó en su momento en Journal, algo sobre lo que Amazon no se ha pronunciado.
Según Kumar, Amazon esperaba abrir pronto la tienda para tener más tráfico y probar la tecnología pero
decidió que tenía suficientes empleados para "enseñar" al sistema, que ahora identifica "mejor" los objetos y sigue los ritmos y patrones de los compradores, algo complicado cuando se trata de grupos grandes.
De acuerdo con la compañía,
para comprar en el supermercado es necesario tener una cuenta de Amazon y la aplicación de Amazon Go instalada en un teléfono
iPhone o
Android "reciente".
Al entrar en la tienda,
el cliente escanea su teléfono y así queda representado como un objeto 3-D en el sistema, que utiliza cámaras para seguir los movimientos de las personas e identificar sus interacciones con los productos, explica el Journal.
La tecnología no utiliza reconocimiento facial, sino "
otras pistas visuales"
y la continuidad entre cámaras para determinar el comportamiento de los clientes, señaló Kumar al portal TechCrunch, que hizo una visita previa a la tienda.
Según indica ese medio, aunque no hay empleados en una línea de caja,
Amazon Go sí tiene personal, que se encarga de reponer el inventario, revisar identificaciones en la sección de bebidas alcohólicas, y preparar las comidas. Además, hay otra persona en la entrada para atender dudas y devoluciones.
Kumar
no reveló si Amazon pretende ampliar el concepto de la tienda Go a otras diferentes y aseguró que no hay planes de introducirla en su recientemente adquirida cadena de supermercados Whole Foods, pero apuntó que está desarrollada para que sea escalable.