Hoteles, bares y restaurantes, bibliotecas, aeropuertos… En todas partes puedes encontrar WiFi pública para conectarte a internet, pero, ¿tomas precauciones al hacerlo?
En casa o en la oficina disfrutamos de
conectividad inalámbrica sin fin, a no ser que la cobertura no sea la más idónea y padezcas algún que otro punto muerto. En cualquier caso, normalmente la
cobertura WiFi en tu hogar o en tu lugar de trabajo es mejor a la que te encontrarás en plena calle.
Y aunque la gran mayoría disfrutamos de
conexión 4G, los planes de datos tienen un límite de datos, por lo que en ocasiones conviene encontrar un
punto de acceso o
hotspot. De un tiempo a esta parte, es cada vez más frecuente hallar una conexión
WiFi pública a la que podemos acceder. Y si bien no es tan rápida como la que podemos tener en casa,
es más que suficiente para consultar el correo, actualizar tus redes sociales y/o enviar algún documento.
Pero existe un problema, y es que no es lo mismo acceder a tu propia WiFi que hacerlo a una
WiFi pública. Tal y como indica la
Oficina de Seguridad del Internauta, "estas redes
no cifran la información que se transmite a través de ellas, por lo que
no son seguras". Por otro lado, "al conectamos estamos accediendo a una red en la cual
no tenemos el control de lo que se está trasmitiendo a través de ella,
ni quién está conectado".
Así pues, ¿qué medidas deberíamos tomar para acceder a una WiFi pública sin peligro?
Antes de conectarte
Volviendo a las indicaciones de la
Oficina de Seguridad del Internauta, recomiendan no acceder a redes inalámbricas abiertas, aquellas que no piden una contraseña para conectarte. Por contra, recomienda acceder a redes con contraseña, que emplean seguridad
WPA o
WPA2. No son inexpugnables, pero sí son más fiables.
En cualquier caso, no siempre podemos elegir. Hay lugares públicos con seguridad
WPA/WPA2 que facilitan la contraseña, otros que incluso ofrecen contraseñas temporales que caducan al cabo de unas horas o días, pero en ocasiones no queda más remedio que acceder a una WiFi pública sin contraseña.
Sea como fuere, podemos tomar varias
medidas de seguridad. La principal, que nuestro dispositivo esté actualizado. Ya sea un PC o Mac, una tablet o un smartphone, conviene tener la versión más reciente del
sistema operativo y tener las
aplicaciones actualizadas, en especial aquellas que vamos a emplear para conectarnos a internet.
Tampoco está de más contar con
cortafuegos, en el caso de PC y Mac. En dispositivos móviles, hay otras medidas de seguridad por defecto.
Antes de acceder a la WiFi pública, procura desactivar cualquier
proceso de sincronización ya que así evitaremos enviar datos personales o importantes a través de una conexión insegura o potencialmente insegura. En este sentido, también conviene evitar iniciar sesión en servicios online o realizar tareas delicadas como transacciones bancarias o compras online.
Al acceder a páginas web, conviene hacerlo a través del
protocolo HTTPS, algo que los navegadores modernos suelen priorizar. Es más, cuando no es así, suelen avisarnos y nos lo ponen difícil para saltarnos la advertencia.
Si no queda más remedio que realizar tareas delicadas en las que hay información personal de por medio, una recomendación es
emplear tecnología VPN para así parapetar nuestros datos.
Puedes, por ejemplo, acceder a sitios web a través de VPN con Opera y en dispositivos móviles puedes emplear la app Warp gratuita para
iPhone, iPad y Android, una de las maneras más simples de usar VPN en tus smartphones y tablets.