Desde la máquina mortal del supervillano al ordenador que le trampean al héroe, el cine actual está lleno de equipos informáticos. Pero por algún motivo, no parecen tener muy claro cómo funcionan de verdad.
A juzgar por buena parte de las películas que llegan a pantallas de toda clase, no hay un solo guionista en Hollywood familiarizado con los ordenadores. La web Expert Reviews ha seleccionado los 10 mayores mitos informáticos del cine.
Para empezar, a nadie le sale nunca el pantallazo azul de la muerte. Cuando algo falla saltan chispas, suenan pitidos, se encienden luces y como la máquina en cuestión sea un androide, como mínimo le da vueltas la cabeza. De lo más espectacular. Además, las contraseñas son tristísimas, tanto que dan ganas de zarandear al tipo que las puso porque siempre es esa palabra que le da sentido a su vida y que ecima va comentando con todo el mundo cada tres escenas.
Por algún motivo, los chats cinematográficos transmiten letra a letra según escribes, en lugar de esperar al botón de enviar. Y nunca nadie se equivoca o escribe una falta. Pero la perplejidad que esto produce en el espectador no es nada comparado con esas ampliaciones de fotos al estilo CSI, que por cutre que sea la cámara no tienen ni un píxel, ni un reflejo. Y eso es aún más raro porque suponemos que de cámaras sí que entienden en Hollywood, ¿no?
El software de las películas es de lo más rebuscado. No sólo no hay manera de impedirlo si el malo empieza a borrar cosas de un equipo, sino que los virus informáticos siempre te avisan de que te están liando una buena, aunque sea para reírse de ti.
En cuanto al hardware, los héroes parecen tener algún extraño prejuicio contra el ratón y se concentran en aporrear el teclado. En cambio, les encantan los Mac, y utilicen el ordenador que utilicen, tienen unas pantallas que más bien parecen focos, porque iluminan toda la sala.
Y siempre, o casi siempre, una máquina lo bastante potente que permaneza encendida el tiempo suficiente desarrolla personalidad y decide conquistar el mundo. Ah, sí y no nos olvidemos que si el rayo de fin del mundo se controla por ordenador, basta con pegarle un tiro a la pantalla.