Dicen que una imagen vale más que mil palabras. ¿Y si valiera algunas décadas también? ¿Y si fuera posible que con sólo apuntar nuestra cámara o nuestro móvil sobre un lugar pudiéramos obtener acceso a fotografías de antaño que nos enseñaran cómo era ese lugar exacto varios años atrás? No son muchas las posibilidades que permiten practicar retrofotografía, pero gracias a un nuevo software estaría al alcance de todos nosotros en el futuro cercano, y se podría miniaturizar lo suficiente como para ser instalado en cualquier cámara o teléfono móvil.
Además de no ser practicada ampliamente, la retrofotografía es bastante complicada de llevar a cabo. Ambas fotografías, la pasada y la presente, deben ser tomadas desde el mismo ángulo y con el mismo zoom, de lo contrario habrá diferencias que bien pueden arruinar por completo la experiencia que representa colocar una capa del pasado por encima del presente. Aún así, es posible encontrar excelentes ejemplos de retrofotografía, capaces de revelar detalles inimaginados sobre un pueblo o ciudad, con sólo comparar dos imágenes. En un esfuerzo conjunto por parte del MIT y Adobe, se utiliza una técnica de determinación y desplazamiento visual que permite encontrar un lugar exacto a partir de una imagen histórica previamente cargada. De esta forma es posible crear diferentes escenarios de retrofotografía con una muy alta precisión.
El proyecto de MIT y Adobe ha logrado automatizar el proceso, aunque todavía requiere de cierta intervención humana. Para obtener las imágenes necesarias y ejecutar el software requerido para la calibración y alineación de imágenes, aquellos involucrados utilizan un ordenador portátil conectado a una cámara digital. Esto obviamente resulta tosco para cualquier usuario, pero tienen la esperanza de que el software podrá ser reducido lo suficiente como para ser parte integral de una cámara digital, o por qué no, estar disponible como una aplicación en un teléfono móvil. No es muy difícil imaginar un destino para este programa como aplicación compatible con iPhone o móviles basados en Android.
Por el momento sólo se mantiene como un software experimental, y no hay nada que nos permita explorarlo más de cerca, más allá de un documento en formato PDF de más de 135 megabytes que además requiere de un registro para descargarlo. Aún así, se presenta como un interesante proyecto capaz de enseñar cómo era tanto nuestra ciudad como otros lugares del mundo en épocas pasadas. Por supuesto, el éxito de algo como esto depende exclusivamente de la cantidad de fotografías que haya cargadas sobre una ciudad o pueblo en Internet, y cuanto más antiguas, mejor. Existen sitios como
el portal Historypin en el cual los usuarios pueden cargar sus propias fotos pasadas de los lugares en los que viven o han vivido, pero se necesitará mucho más que la buena voluntad de los usuarios para que el proyecto de MIT y la gente de Adobe llegue a buen puerto.