La fragmentación en Android ha sido desde siempre uno de los "
dolores de cabeza" de Google. Y es que, si echamos un ojo a los porcentajes de las diferentes versiones de Android, nos encontraremos que la plataforma está completamente dividida, algo que perjudica tanto a usuarios como a desarrolladores y compañías.
Concretamente, en el reparto de versiones que Google proporciona cada mes, encontramos con que, en el mes de
enero, la versión predominante sigue siendo
Android 4.1.x Jelly Bean, la cual cuenta con el 35.9% de cuota y fue lanzada a mediados de 2012. A esta le sigue
Android 2.3.3-2.3.7 Gingerbread (versión lanzada a finales de 2010), que cuenta con el 21.2% de la cuota. En tercer lugar encontramos a
Android 4.0 Ice Cream Sandwich, una versión lanzada a finales del año 2011 (unos dos años y medio de antigüedad) y cuenta con el 16.9%. Mientras tanto,
Android 4.4 KitKat (la versión más reciente) y
Android 4.3 Jelly Bean (la segunda más reciente), apenas suman entre las dos un 9.2% de la cuota total. Una situación, a priori, bastante triste.
¿Qué está haciendo Google para combatir esta fragmentación en Android?
Obviamente, Google no está de brazos cruzados ante esta situación. La compañía estadounidense ha realizado en los últimos años una serie de acciones con el fin de acabar con la fragmentación en Android. Algunas de ellas con más éxito, otras con menos.
La primera de todas ellas es el acuerdo que Google anunció con varios fabricantes en el Google I/O 2011. Google acordó con varios de los principales partners de la plataforma que actualizarían todos sus dispositivos a la última versión del sistema operativo que estuviese disponible en ese momento durante un mínimo de 18 meses. En algunos casos, afortunadamente, se ha cumplido, pero en la gran mayoría no ha sido así.
Otra medida tomada por la compañía para frenar la fragmentación en Android se anunció en el Google I/O 2012, donde Google comunicó que, desde aquel momento,
todos los fabricantes de la plataforma dispondrían de una versión Golden Master con tres meses de antelación, de forma que los fabricantes podrían comenzar a trabajar en las actualizaciones para sus dispositivos y tenerlas listas pocas semanas después de que esta fuese presentada oficialmente por Google. Aparentemente, parece que no ha surtido efecto, pues la mayoría de compañías siguen tardando un mínimo de 3 meses en lanzar las actualizaciones.
La medida más reciente de todas ellas "
y probablemente la más fructífera" está relacionada con la "
independencia" de algunas aplicaciones del sistema. Básicamente, en lugar de actualizar las aplicaciones del sistema con cada versión de Android, Google optó hace unos meses por "
independizar" algunas de estas aplicaciones y
actualizarlas mediante la Google Play Store. De esta forma, aunque tu smartphone no se actualice a una versión superior del sistema operativo, sí podrás disfrutar de las versiones más recientes de las aplicaciones del sistema, como el teclado, Gmail... etc.
Con esta última medida, Google ha restado peso e importancia a las actualizaciones de Android, las cuales, tal y como hemos podido ver en los últimos meses, solo incorporan mejoras internas y casi ninguna mejora externa que sea apreciable por el usuario. Ahora las novedades llegan en las aplicaciones del sistema (actualizadas mediante Google Play Store), gestionadas directamente por Google y no por los fabricantes. Es decir, de cara al usuario, las diferencias entre Android 4.1 Jelly Bean y Android 4.4 KitKat son mínimas, pues, en ambas versiones podrán ejecutar las mismas aplicaciones y obtener una experiencia bastante similar (gracias, insisto, a la independización de las aplicaciones del sistema).
Pero esto es un poco "
pan para hoy y hambre para mañana", porque, desde el punto de vista de los desarrolladores, la situación continúa siendo igual de triste, pues siguen existiendo grandes diferencias entre las API de cada versión del sistema operativo, lo que hace un poco tediosa la tarea de desarrollar para Android y hacer compatible tu aplicación con el mayor número de dispositivos posibles.
Entonces, ¿está solucionando Google la fragmentación en Android con esta serie de medidas? A medias. Desde el punto de vista del usuario, Google lo está haciendo bien, pues está logrando reducir las diferencias entre las diferentes versiones de Android gracias a la independización de aplicaciones del sistema. Sin embargo, de cara a los desarrolladores, la fragmentación en Android sigue siendo igual de grave, dificultando bastante las cosas a la hora de desarrollar para la plataforma. Así pues, podríamos decir que Google aún no ha dado con la solución definitiva que solucione este problema por completo. Eso sí,
estas últimas medidas junto con la presión que parece estar ejerciendo Motorola y su política de actualizaciones sobre el resto de fabricantes (actualizaron el Moto X a KitKat 20 días después de ser lanzada),
parece indicar que los de Mountain View van por el buen camino.