Por si te acabas de enterar: Facebook ha comprado Whatsapp. No ha sido barato, unos 19.000 millones de dólares entre una cosa y otra, pero a cambio la compañía de Zuckerberg ha obtenido la app de mensajería instantánea mas popular del momento, con todos sus usuarios, y de golpe y porrazo se convierte en líder del mercado. Por supuesto, esto levanta varias dudas entre los usuarios y aquellos que seguimos el sector con interés.
¿Por qué gastar tanto en una app? ¿Cuál es el futuro de Whatsapp? ¿Podría haber ocurrido otra cosa?
El porqué de la compra
Whatsapp suma un millón de usuarios cada día; en la actualidad tiene 450 millones, y el propio Zuckerberg afirma que con el ritmo al que va los mil millones de usuarios entran dentro de las previsiones. De eso es de lo que se habló en la venta, de usuarios. Cuántos podían sumarse y cuántos tenía, qué se podía hacer con ellos y qué no se podía hacer. Whatsapp no tiene publicidad, y ha sido muy específica en este sentido desde el principio, así que la única manera que tiene de generar ingresos es por los pagos por el servicio después de un año. Pero como nuestros lectores saben, en muchos casos se dan "segundas oportunidades" o extensiones gratuitas para que el usuario no se vaya a la competencia.
Tal vez gracias a esta política, Whatsapp ha crecido de manera tan enorme en los primeros años comparado con otros pesos pesados, incluido Facebook.
Por tanto, es seguro decir que Facebook no ha comprado Whatsapp por los posibles ingresos que pueda suponer, sino por sus usuarios. Recordemos que Facebook no gana dinero con su red social, sino obteniendo información de los usuarios que la usan; tener acceso a mas usuarios supone ganar mas dinero a largo plazo, así de sencillo. Aunque estos sean de una subsidiaria con un nombre diferente, a partir de ahora serán usuarios de Facebook y serán tratados como tal. Por tanto, la siguiente pregunta debería ser ¿qué es lo que cambiará?.
Whatsapp no cambiará
Y la respuesta es nada, como indica el propio
blog oficial de la compañía. Aunque tal vez sea mas justo decir “nada de cara al usuario”, porque entre bastidores las cosas cambiarán. Ahora Jan Koum, co-fundador de Whatsapp, tendrá capacidad de decisión en la red social, y será uno de los que planteen los cambios a los que se enfrentará no solo Facebook, sino por supuesto la app de mensajería.
Que Whatsapp cambiará tarde o temprano es irremediable, como cambian todos los productos después de un tiempo; la duda es cuál será la influencia de Facebook en esos cambios, y si supondrán un desvío en sus planteamientos iniciales, como refleja la foto de un post-it que ha publicado Koum:
Sin anuncios, sin juegos, sin trucos.
La compra de Instagram y cómo ha evolucionado desde entonces (incluyendo la implementación de anuncios) puede ser un buen indicativo al respecto. Pero por el momento, no cambia nada. Eso significa que no hay publicidad y que el sistema de suscripciones después de un año sigue en pie; la app no ha cambiado ni tampoco esperamos que ni siquiera su aspecto cambie de la noche a la mañana.
Podría haber pasado cualquier cosa
En 2009 Brian Acton, salido de Yahoo, buscaba trabajo en Facebook pero era rechazado. Cinco años después su compañía es la absoluta protagonista de todas las noticias, y si quisiera no tendría que volver a trabajar en su vida. De ese tipo de historias es de las que está llena la venta de Whatsapp.
Igualmente, Facebook no fue el único que estaba interesado en Whatsapp, y Zuckerberg así lo afirma cuando dice que la app de mensajería tenía pretendientes en todo el mundo y que agradece que hayan elegido el suyo. No hace falta decir que en ese momento todo el mundo pensó en Google.
De alguna manera, parece hasta extraño que no haya sido Google la que haya conseguido la compra, pero algo nos dice que no será porque no lo hayan intentado. Ya se rumoreó el año pasado que tal cosa era posible, pero fue un rumor que se desvaneció como muchos otros. Ahora Larry Page seguramente se estará preguntando si no tendría que haber ofrecido mas, tal vez no los 19 mil millones, pero si lo suficiente como para asegurarse el trono de la mensajería instantánea. Nunca sabremos cómo podría haber sido esta relación, pero eso no quita que no vayamos a tener suficientes emociones en los próximos meses cuando las filosofías de Whatsapp y Facebook intenten encajar entre sí.