Según los expertos,
el comercio electrónico en España crecerá un 12.5% durante 2020 y la tendencia es que continúe al alza durante los próximos años. Su imparable expansión conlleva ciertas tendencias: los transportistas tenderán a adquirir vehículos respetuosos con el medioambiente para ahorrar y reducir el impacto del e-commerce, que deberá hacer frente a su vez a
cinco grandes retos.
1. Realidad aumentada: Ver las cosas como realmente son
La
realidad aumentada abre infinidad de puertas en el sector de las ventas online. De hecho, según la consultora Gartner, más de 100.000 millones de personas ya la utilizan en sus compras. ¿Imaginas poder ver cómo te queda esa camisa o qué tamaño tiene en realidad el espejo que vas a comprar con un simple móvil?
La posibilidad de ver desde todos los ángulos el artículo que deseas es un valor añadido. Además, al comprobar sus características de antemano se
evitan compras innecesarias y devoluciones, que multiplican los gastos en transporte y, por consiguiente, la huella ambiental.
2. El ordenador ya no es el soporte favorito
Aunque la tendencia inicial era mirar desde el móvil y comprar desde el ordenador, lo cierto es que los dispositivos de menor tamaño están ganando terreno. El smartphone está desbancando a otros aparatos como el PC o la tablet y las tiendas online tienen que estar preparadas para ello.
La página tiene que tener un
diseño responsive, que se adapte a cualquier dispositivo para que el proceso sea satisfactorio. Si no, es muy posible que el usuario la abandone sin haber llenado si quiera el carrito de la compra.
3. E-commerce como necesidad, no solo como apoyo
Hasta hace un tiempo, muchas pequeñas tiendas no se planteaban abrir una tienda online. Su clientela de carne y hueso era su target principal. Todo eso ha cambiado con la irrupción de la pandemia, que han llevado a muchos comercios minoristas a reinventarse.
La inversión necesaria para poner en marcha una tienda online es relativamente pequeña comparada con sus beneficios y con la visibilidad que otorga.
4. Conseguir más compras con más ahorro y menos emisiones
Por todos es sabido que el comercio electrónico genera un impacto considerable en el medioambiente. Poder comprar artículos a cualquier parte del mundo y recibirlos a los pocos días en la puerta de casa es, sin duda, una gran ventaja. No obstante, para ello son necesarios muchos vuelos y litros de combustible, lo que se traduce en la emisión de
grandes cantidades de CO2 a la atmósfera. Por este motivo, están comenzando a surgir alternativas ‘eco’ para el transporte y reparto de mercancías en ciudad.
5. Ecodiseño: ¿el fin de los plásticos?
La mayoría de los artículos que se compran online llegan a su destino envueltos en plásticos protectores, aunque ya hay fabricantes que están sustituyendo este material por papel o cartón. Y es que, según los expertos, además de reducir los costes del envío, el ecodiseño
reduce hasta el 80% del impacto ambiental que generan los envoltorios.