Recomendaciones para prevenir las fake news y los bulos
Las noticias falsas o bulos en Internet son un concepto cada vez más habitual en todos los contextos, también aquellos que afectan a niños, niñas y adolescentes. Se refieren a
cualquier tipo de información imprecisa, descontextualizada o directamente falsa, que alguien difunde de manera intencionada para manipular la opinión o simplemente para obtener algún tipo de beneficio. No es algo nuevo, siempre han existido falsos mitos sobre la alimentación, la salud, etc,. solo que a través de Internet se difunden más rápido y pueden llegar a más personas.
Los menores reciben, buscan y comparten información en Internet, en ocasiones sin reflexionar lo suficiente. En consecuencia, pueden acceder a contenidos negativos disfrazados como información real. Esto se conoce como fake news y pueden llegar hasta los menores a través de las publicaciones en sus redes sociales con mensajes privados, chats de grupo, vídeos, foros, etc. ya que son sus canales preferidos para recibir información. Estos contenidos falsos se distinguen teniendo en cuenta su grado de falsedad y engaño deliberado:
- Imprecisos, con escasa calidad informacional, pero que se pueden malinterpretar.
- Descontextualizados o sesgados con intención de influir en la opinión.
- Fabricados intencionalmente con el fin de engañar y manipular.
Hay que destacar que
las parodias no se consideran noticias falsas ya que su principal intención es la imitación humorística o burlesca de un hecho o de una situación real, sin intención de engañar o manipular al público al que están dirigidas. En todo caso,
siempre deben estar identificadas como tales. Ejemplos habituales son los memes, las cuentas de parodias en redes sociales, o artículos en medios humorísticos o satíricos.
Por último,
las fake news están evolucionando de forma rápida hacia contenidos más difíciles de detectar debido a su mayor realismo, como es el caso de los deepfakes, videomontajes hiperrealistas que manipulan el mensaje o la acción de una persona.
Prevención
La mejor forma de
enseñar a los menores a detectar estos contenidos falsos es fomentar el pensamiento crítico y la lectura de contenidos adecuados a su madurez, con el objetivo de que los menores puedan llegar a ser autónomos, diferenciando entre un bulo y una noticia real.
- Comenzar desde edades tempranas. Al acompañarlos en el proceso de aprendizaje digital, es esencial aprovechar oportunidades reales para analizar juntos las posibles noticias falsas que aparezcan en sus redes sociales o en una página web.
- No todo lo que aparece publicado en Internet es cierto. Muchos contenidos se crean para generar algún tipo de beneficio, económico o ideológico. Por tanto, deben aprender a localizar fuentes seguras y fiables de información.
- Acostumbrarse a encontrar y utilizar fuentes de información fiables. En su día a día, por ejemplo, al realizar tareas de clase, pueden incluir citas y referencias en sus trabajos escolares.
- Aprender a valorar diferentes puntos de vista. Fomentar valores sociales positivos como la asertividad, la empatía y la tolerancia, promoviendo el respeto frente a otros colectivos de personas, es clave para que el menor reaccione ante las fake news de manera crítica, reflexiva y prudente.
- Practicar la paciencia y evitar la impulsividad. Los bulos crean en el usuario/a la sensación de que es imprescindible compartir la información rápidamente, para así llegar a muchas personas. Por eso es fundamental promover el análisis de la noticia, contrastar los hechos que presenta y verificar las fuentes.
Cómo reaccionar ante una posible noticia falsa
- Transmitir calma y prudencia. Los menores deben aprender a actuar en Internet, como en la vida real, de forma reflexiva y cauta. Merece la pena dedicar unos minutos a analizar la información antes de confiar en un contenido.
- Contrastar la información. Comprobaremos la veracidad de la noticia, observando si está publicada en sitios de reconocido prestigio informativo, y desconfiando de aquellos medios que parezcan poco profesionales. Podemos apoyarnos en páginas web especializadas en verificación de información (fact-checking), como la Oficina de Seguridad del Internauta, Maldita.es, EFE verifica, AFP factual, IFCN o Snopes, entre otros.
- No compartir las noticias falsas. Es recomendable eliminarla del dispositivo y evitar su difusión descontrolada. Rompiendo la cadena estamos impidiendo que otras personas reciban la información.
- Reportar la noticia falsa. Las redes sociales y muchas páginas web ya ofrecen la opción de denuncia de estos contenidos desde la propia publicación. También podemos contactar con los administradores de la web, o con entidades especializadas en verificación de información, como algunas de las anteriormente mencionadas, para avisar del riesgo de difusión.
- Informar a nuestros contactos. Tanto la persona que la ha enviado, como las personas receptoras de la misma, agradecerán saber que se trata de un contenido falso. Podemos indicarles las características o motivos que nos han permitido reconocer la noticia falsa o bulo.
- Pedir ayuda a una persona adulta de confianza. A menudo, las temáticas y razonamientos que se esconden detrás de las fake news pueden resultar demasiado complejas y escapar a la comprensión de los menores. Crea un entorno cotidiano seguro para hablar de estos temas en familia.