Cuando el iPad salió a la venta el chiste fácil es que el nuevo invento de Apple no era más que un iPod Touch de grandes dimensiones. Sólo después de empezar a usarlo es fácil darse cuenta de que se trata de un producto bastante diferente. La misma comparación, y tal vez de forma más directa, se puede hacer del Galaxy Tab. ¿Es un Galaxy S con una pantalla gigante? Tiene el mismo procesador y sistema operativo que el teléfono de Samsung e incluso depende de la misma división de la compañía. A todos los efectos, desde Corea lo consideran un móvil.
Pero es evidente que es también el primer competidor serio para una categoría de producto que por ahora Apple domina casi en solitario. La semana pasada tuve la oportunidad de probar el Tab en Berlín y lo cierto es que esconde más de lo que aparenta.
Algunos de mis apuntes tras probarlo brevemente y compararlo con el iPad:
- La pantalla de siete pulgadas es más pequeña que la del iPad y tiene menos resolución pero a cambio es también un producto más ligero y se puede sujetar con una sola mano. El formato nativo 16:9 se agradece a la hora de ver películas y la tableta incluye dos cámaras para fotos y videoconferencia, una de las omisiones que más se aprecian en el iPad, sobre todo ahora que la compañía ha comenzado a potenciar Facetime en iPhone e iPod.
- El tamaño de pantalla es bueno (hay quien habla que es demasiado grande para un teléfono y demasiado pequeño para una tableta, yo no lo veo tan mal) pero tiene también desventajas. El teclado es algo más incómodo de usar que en el iPad, por ejemplo, aunque con la tableta en formato vertical se puede escribir con los pulgares. En el iPad no.
- Para navegar por la red encuentro mucho más cómodo el iPad. El Galaxy Tab, en cualquier caso, tiene soporte flash. Por ahora mi experiencia con flash en Android ha sido muy poco satisfactoria. En la mayoría de las páginas es mejor desactivarlo, en algunas no puede utilizarse porque requiere acciones de puntero de ratón y en ciertos servicios de vídeo la reproducción es entrecortada.
- Samsung ha equipado la tableta con Froyo (Android 2.2) pero podrá actualizarse a la próxima versión que teóricamente estará preparada para su uso en tabletas, no sólo en teléfonos. La experiencia de uso es buena pero como he comentado en varios análisis de teléfonos Android con anterioridad, iOS (iPhone, iPod, iPad) da la sensación de estar más pulido y cuidado.
- La autonomía, según Samsung, es de siete u ocho horas de uso. No he podido comprobarlo, evidentemente, pero la cifra no parece exagerada. Por lo general a mi iPad le saco unas once horas de uso continuo, aunque depende de muchos factores (brillo, tareas que esté realizando, etc…)
- Tab, a diferencia de otras tabletas basadas en Android, puede acceder al mercado de aplicaciones oficial de Google (Android Marketplace). No todas las aplicaciones son compatibles pero aún así es una gran noticia.
En general es un gran dispositivo y por ahora creo que el mejor exponente de lo que puede llegar a conseguirse con Android en esta renovada categoría de producto. La duda que queda es el precio. Samsung no ha dado cifra oficial para nuestro país y el precio final va a depender de las operadoras de telefonía. En algunos países de Europa se habla de unos 600 o 700 euros libre y probablemente entre 200 y 400 euros con contrato. De ser así Apple llevaría cierta ventaja en el precio de su iPad pero haría bien en empezar a tomar nota de algunas de las características de este Tab para su próxima versión.