Con el 4G LTE actual escuchamos canciones en streaming sin cortes, con 5G nos vamos a descargar una película HD en 10 segundos
La próxima revolución tecnológica relacionada con la conectividad está a la vuelta de la esquina. Gracias a
5G nos encontraremos un escenario donde deja de ser importante estar conectado en casa o en la calle, tampoco importará el tipo de dispositivo que está haciendo uso de la red, ya que esta quinta generación tiene en cuenta a todo elemento que necesite estar conectado.
A todos nos gusta que nuestro Internet funcione más rápido y sea más estable, es lo mínimo que podemos esperar en cada salto de generación, pero para esto hace falta un cambio importante en las infraestructuras de las telecomunicaciones, capaz de asimilar que
habrá muchas más conexiones:
vehículos de todo tipo, casas y sus elementos, relojes, teléfonos u ordenadores.
En predicciones de especialistas en estudio de mercado, como
Gartner, se habla de
más de 21.000 millones de dispositivos conectados a la red en 2020; actualmente la cifra se mueve cerca de los 7.000 millones. Parece necesario un cambio en las redes para asimilar tanto dispositivo diferente, con necesidades diferentes.
¿Qué nos ofrece realmente la tecnología 5G?
Aunque el teléfono móvil es el mayor beneficiado al haberse convertido en el principal dispositivo de nuestras vidas, la red inalámbrica de la próxima generación apunta al
Internet de las Cosas y a los vehículos. Para cumplir con las nuevas necesidades la industria tiene que mejorar en diferentes aspectos, más allá de la velocidad de subida y descarga:
- El primer punto que va a revolucionar es el de la latencia, que se encontrará cercana al milisegundo. Que el retardo en las comunicaciones sea tan bajo propicia colocarlo en dispositivos donde el tiempo de reacción es vital, como vehículos autónomos u operaciones remotas.
- El consumo de energía es la segunda cosa que tiene en cuenta la nueva especificación, pensando en objetos conectados que funcionen durante meses o años (IoT). Se consigue reducir hasta un 90% en el consumo de energía de la red.
- Mucha más velocidad, llegando a una tasa de datos de hasta 10Gbps, que es de de 10 a 100 veces mejor que las redes 4G y 4.5G. Una banda ancha 1000 veces más rápida por unidad de área.
- Nos podemos ir olvidando del concepto de datos consumidos, la cantidad de información que va a moverse entre nuestros dispositivos es tan importante que no van a poder utilizarla como método de tarificación.
Es importante conocer que en las primeras implementaciones de 5G se tiene que
convivir con las redes actuales. La idea es que cuando nuestro dispositivo no pueda conectar con 5G, pueda hacerlo con la infraestructura LTE que ya está plenamente operativa.
La quinta generación en conectividad es la clave para que miles de dispositivos IoT en casa, y otros tanto en movimiento, puedan mantenerse conectados, generando un ecosistema que va más allá de los smartphones y convertirá a nuestra ciudad en una "
smart-city".
Los dispositivos tendrán los
mecanismos para hablar entre ellos, comunicándonos que es mejor que elijamos otro trayecto o que nos hemos dejado la puerta del garaje abierta.
La baja latencia es un ingrediente crítico en la comunicación entre vehículos, pero también en las comunicaciones basadas en videollamadas, incluso en nuevos campos de actuación como puede ser la
realidad virtual y su funcionamiento remoto.
¿Cómo va a funcionar 5G?
Como ocurrió con 4G, la nueva generación
necesita sus propias frecuencias de funcionamiento. En las pruebas realizadas se han usado bandas muy altas, por encima de los 20 GHz. La razón es tan simple como que en las frecuencias tan altas hay más espacio libre para emitir, y con más ancho de banda disponible se podrá ofrecer una mayor velocidad.
Es la primera vez que se usan
ondas milimétricas (mm-wave), que no son capaces de viajar tan lejos como las ondas de frecuencia menor, y chocan contra edificios, árboles, incluso nosotros. Para solucionar esto
será necesario colocar más antenas por su menor alcance.
En teoría debería haber hueco también en bandas bajas, en Europa se están subastando los 700MHz y en Estados Unidos los 600MHz. Es en estas bandas bajas donde se pueden conseguir con facilidad la latencia mínima.
La GSMA, asociación en la que están todos los operadores importantes, trabaja en un consenso sobre las bandas a usaa, para que los fabricantes creen
productos que funcionen en cualquier sitio. Pero realmente es el grupo 3GPP el encargado de estandarizar las comunicaciones móviles y antes del verano confirmó las bases de lo que tiene que ser 5G.
A raíz de esto
Qualcomm presentó el primer módem capaz de trabajar con las ondas milimétricas, Intel también está en el mismo proceso. Recordamos que estos módems no solo están diseñados para colocarlos dentro de un teléfono móvil, también formarán parte de nuestros coches y dispositivos IoT.
La industria móvil también tiene que velar por la seguridad y la tasa de absorción específica (SAR) de los productos y redes que se implementan. Como hemos entendido a lo largo del artículo, con 5G
la cantidad de dispositivos se va a multiplicar, también el número de antenas, por lo que habrá que estar muy encima de esta situación.
2020 es cuando la quinta generación de conectividad inalámbrica empieza a despegar, pero no podemos volvernos locos midiendo el cambio, hasta dentro de diez años las cosas no serán realmente diferentes.